domingo, 17 de julio de 2022

La Virgen llora por sus hijos

Mensaje de Nuestra Señora a Valentina Papagna en Sydney, Australia

Hoy, en la Catedral, cuando me acerqué a rezar delante de la estatua de nuestra Santísima Madre, María Auxiliadora, dije: «Gloria a Ti Niño Jesús y a Ti Santísima Madre».

Inmediatamente, nuestra Santísima Madre derramó una enorme lágrima que rodó por su mejilla derecha. Le dije: «¡Oh, Madre Santísima, estás disgustada! ¿Por qué lloras?»

Ella respondió: «Lloro por mis hijos, porque son desobedientes y obstinados. No se vuelven a mi Hijo Jesús ni se arrepienten. Lamentablemente, tengo que decirte que muchos de mis hijos están muriendo y están perdiendo el alma. Van a la perdición, de la que no hay salida. Ahora mismo, en el mundo, el diablo es muy poderoso. Esparce su maldad por todo el mundo, diciendo mentiras a la gente. Con sus astutas mentiras, engaña a muchos de ellos, y están ciegos a todo esto. Di a mis hijos que se vuelvan a Dios y que cambien su forma de vida».

«Hay que rezar mucho por la conversión de los pecadores».

«Día tras día, la guerra en Ucrania empeora. En muchas iglesias de todo el mundo no rezan para que cese esta guerra. No ofrecen oraciones, ni el Sacrificio de la Santa Misa».

«Mirad a vuestro alrededor. El mundo entero está sufriendo económicamente a causa de esta guerra. El hambre aumenta; en algunos lugares, la gente no tiene nada que comer. Por eso lloro cuando veo que mis hijos sufren tanto. Muchos dirigentes mundiales y muchos ricos permiten que esto ocurra. No quieren saber nada. El mundo se está volviendo muy egoísta».

«En el Cielo, mi Hijo está muy disgustado. Llora cuando ve el sufrimiento y la miseria de tantos, y se le presta tan poca atención. Se le reza muy poco».

Le dije: «Bendita Madre, pero nuestro Señor Jesús prometió que vendría pronto y traería la justicia y la paz al mundo. ¿Cuándo vendrá? Mucha gente le espera».

La Santa Madre respondió: « Vendrá a su debido tiempo, pero todavía no. Hijos míos, después de todo, tenéis que hacer un camino blanco y puro para que Él descienda».

Dijo: «Animaos unos a otros a confesaros y a rezar. Jesús os quiere mucho a todos, pero espera que todos os acerquéis a Él y os convirtáis. Al final, mi Corazón Inmaculado triunfará. No os rindáis nunca».

La Santísima Madre siempre dice: «Renueva diariamente tu Consagración a Mi Corazón Inmaculado y, a través de Mi Corazón Inmaculado, pasa al Sagrado Corazón de Jesús. Esa es la salvación del alma».

Ella dijo: «Reza, reza, reza el Santo Rosario, que es tan poderoso contra el mal. La oración más grande es el Rosario que ciega al demonio, entonces no tiene poder sobre ti. Ayúdame a salvar almas en el mundo».

Mientras la Santísima Madre me decía este mensaje, en una visión, pude ver un hermoso camino blanco y recto que descendía del Cielo a la Tierra, listo para que Jesús caminara sobre él. El blanco puro representa el arrepentimiento y la oración. Las lágrimas que derramaba la Madre Bendita eran por sus hijos, que caían directamente al infierno.

Gracias, Madre Santísima. Reza por nosotros.

Origen: ➥ valentina-sydneyseer.com.au